lunes, 29 de diciembre de 2008

Zoonosis

La "zoonosis" es el término que sirve para definir los males o enfermedades que pueden ser transmitidos de un animal a un hombre y viceversa.

A pesar del riesgo que puede significar para nuestra salud el tener en casa una mascota, lo cierto es que con prevención, educación, información y visitas regulares a un profesional veterinario, no tenemos nada que temer. Para que la experiencia de compartir nuestro hogar con un perro, un gato, un hámster o cualquier otro animal no se convierta en un peligro, resulta esencial que vacunemos a nuestras mascotas y que sepamos cómo actuar ante determinados síntomas.

A continuación, se muestran algunos de los ejemplos más comunes de enfermedades que nuestras mascotas nos pueden transmitir:




La rabia:
Hay que decir que en España esta enfermedad se encuentra prácticamente erradicada. La rabia se manifiesta como una encefalitis provocada por un rabdovirus. La transmisión es por contacto con un animal enfermo o en período de incubación. Es mortal, de ahí la necesidad de su prevención.


La taxoplasmosis:

Producida por el protozoo Toxoplasma gondii. Es muy temida por las mujeres embarazadas, aunque hay que ser consciente de que no sólo la puede transmitir el gato. Afecta a las personas y los pequeños mamíferos que se infectan por la ingestión de los huevos que se hallan en las heces de perros y gatos. El parásito también aparece en la carne mal cocinada o cruda, y en verduras mal lavadas, de ahí que puede haber contagio sin tener gato. Los gatos la sufren de modo apenas visible, se manifiesta en un proceso diarreico que no es grave y por las afecciones en los ojos (uveitis).


En las personas, la taxoplasmosis causa erupciones cutáneas, fiebre, linfadenopatía y malestar. Lo más peligroso es que puede provocar alteraciones del feto o abortos si la infección se produce durante los tres primeros meses. De cualquier forma, es frecuente que estemos inmunizados contra esta enfermedad tras haberla padecido anteriormente sin ser conscientes de ello, por lo que el problema es remoto para personas con un sistema inmune correcto.





La Criptosporidiosis:

Enfermedad producida por un coccidio que vive en el epitelio respiratorio e intestinal de las aves. Puede afectar a aves, mamíferos, reptiles y peces. Provoca alteraciones gastrointestinales en los mamíferos, incluidos roedores, perros, gatos y vacas. También afecta al ser humano. El contagio se produce a través de las heces y la ingestión de aguas contaminadas.
En personas inmunodeprimidas, la infección puede resultar fatal. En el resto, la solución clínica es muy eficaz.


Enfermedades parasitarias:
Pueden estar causadas por los organismos flagelados (Giardias) o por parásitos intestinales (como Toxocara o Dipylidium). En los niños puede manifestarse en forma de diarreas y picor en la zona del ano.

La enfermedad del arañazo del gato:
La causa es una bacteria (Bartonella henselae), y en las personas aparece con variedad de síntomas desde linfadenopatía, fiebre, pérdida de peso, mialgia, dolor de cabeza y erupciones cutáneas, entre otras.
El periodo de incubación es de tres semanas y pueden pasar hasta tres meses para su resolución completa.

Las infecciones por hongos:
Dentro de las agentes micóticos con posible transmisión al hombre se encuentran los contagios por Histoplasma, Blastomyces, Aspergillus y Cryptococcus, en personas que comparten el mismo hábitat que el gato. Tienen tratamiento y, como prevención, debe evitarse el contacto directo con los animales infectados, más si somos sensibles a las infecciones cutáneas.


Otras:
Existen también zoonosis asociadas al contacto directo con secreciones respiratorias u oculares de gatos. Por ejemplo: La Chlamydia psittaci, Bordetella bronchiseptica, Francisella tularensis, Yersinia pestis.
En hombres causa la peste bubónica, bacteriemica o neumónica en áreas endémicas.


Fuente: http://www.mascotasyhogar.com
http://mascotas.consumer.es