¿Quieres conseguir que tu gato acuda cuando lo llamas, que te de la patita, que se siente, o que se pare en dos patitas...? Lo hará cuando se lo digas!
¿Te parece imposible de conseguir? ¡Pues no lo es! ¡Es realmente fácil! Un gato puede ser entrenado para hacer esas,y muchas cosas más. ¡Hasta le podrías enseñar a usar el inodoro en lugar de su caja de arena!
¿Cómo adiestrar a un gato?
Primero, debes recordar que cualquier animal sólo puede ser entrenado para hacer aquellas cosas que le son instintivas. Puedes enseñarle a un perro a recoger algo y a traértelo en su boca, porque él ya sabe cómo hacerlo en forma natural. Pero no podrías enseñar a un perro a hacer un dibujo con un marcador, porque los perros no hacen esas cosas en forma natural.
¿Qué es adiestrar?
De igual modo, puedes enseñarle a un gato a dar la pata, o a sentarse, pues éstos son comportamientos naturales en un gato (todos los gatos se sientan y "dan la pata"). Pero no tendrás mucho éxito si quieres entrenar a un gato a que maúlle cuando alguien toca la puerta.
Adiestrar es en realidad "engañar" al animal para que haga algo "por instinto", o "sin pensar en ello". Tu gato seguramente tiene varios comportamientos de este tipo. Cuando abres una lata o una bolsa (de cualquier cosa), ¿acaso no viene corriendo? Éso es porque el gato ha asociado el sonido de la lata o de la bolsa que se abre con algo rico para comer, y no puede evitar venir! Necesita venir, aunque nueve de cada diez veces no haya comida para él...
A continuación, se explica qué hacer para que tu gato asocie un comportamiento con una acción y una palabra tuya:
Reforzando positivamente los comportamientos:
Los comportamientos instintivos deben ser reforzados (premiados) constantemente. Puedes enseñar a tu gato a dar la pata, por ejemplo, en unos pocos minutos. Pero si deseas que continúe el comportamiento, debes seguir con el entrenamiento regularmente, durante aproximadamente una semana.
¿Cómo funciona?
Primero, necesitarás algo para usar como premio. Ésto por lo general significa comida, idealmente algo que tu gato adore absolutamente, y que a la vez no sea algo que le das muy a menudo. Cuanto más oloroso, ¡mejor! Puedes utilizar trozos muy pequeños de sardina, pero pedacitos de comida para gato con sabor también funcionará muy bien (especialmente si no es su comida habitual).
Vamos a enseñar a nuestro felino, por ejemplo, a dar la patita: Tenemos que sostener el premio escondido entre nuestros dedos, y debemos estirar el brazo hacia nuestro gato colocando nuestra mano justo delante de él (como si se lo ofreciéramos). Esperaremos a que el gato intente alcanzar nuestra mano con su patita. Si intenta pararse y obtenerla directamente con la boca, comenzaremos nuevamente. Al principio, es posible que necesitemos mostrarle la comida primero, o darle una probadita. En el momento en que nuestro felino toque nuestra mano con su patita, le diremos "SALUDA" o "LA PATITA" (no es importante lo que digas, lo importante es que siempre digas lo mismo), y le daremos su premio.
Repetiremos lo anterior una y otra vez, durante varios días. La combinación entre nuestro lenguaje físico (nos agachamos con la mano extendida) y el verbal ("SALUDA"), es el estímulo que queremos que asocie con el premio.
Después de hacer lo anteriormente explicado varias veces, haremos lo mismo, pero sin comida en la mano. Muy pronto el gato aprenderá que cuando nos agachamos, extendemos nuestra mano, y decimos "SALUDA", él debería tocarnos con su patita, simplemente porque podría haber algo rico en nuestra mano!
Repetiremos ésto diariamente, durante una semana. Tras el segundo día, comenzaremos a hacerlo más y más veces, pero sin comida. Al gato no le importará, él seguirá "saludando". Simplemente debemos asegurarnos de que, de vez en cuando, el gato obtenga su recompensa.
Tras una semana de entrenamiento, tu gato debería poner su patita en tu mano cada vez que te agaches, extiendas la mano y digas "SALUDA". El comportamiento se ha implantado de tal forma, que es probable que ni siquiera haga falta que digas "SALUDA". Sólo acuérdate de premiar el comportamiento de tu felino algunas veces. Y de que, como ocurre con cualquier otro comportamiento, debes practicarlo frecuentemente, para que no se lo olvide.
¿Bastante sencillo, verdad? Ahora ya puedes utilizar éstos principios para enseñar a tu gato a acudir cuando le llamas, o para enseñarle a sentarse cuando se lo ordenas, o cualquier otro comportamiento natural (saltar, subirse encima de tus piernas, bajarse de los muebles...).
Fuente: Mascotas Mexico y www.mascotas.com
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1 comentario:
la verdad BUENISIMO
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